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Los tránsitos del amor

¿Cuándo encontraré la pareja ideal? ¡Un amor así jamás lo había vivido! El amor es un universo tan difícil de descifrar que se siente la necesidad de una ayuda externa para entenderlo. Cualquier razonamiento sensato se desintegra cuando lanza sus flechas Cupido.




A veces no hay nada que entender, estamos enamorados y ya, el corazón late fuerte, se pierde la palabra, somos capaces de renuncias, sacrificios, acciones que en otras circunstancias no realizaríamos jamás. “Al corazón no se le manda”, dice un antiguo y sabio dicho popular. Aunque los científicos insisten en transformar el enamoramiento y la atracción erótica en fórmulas químicas, el amor es para gran parte de la humanidad uno de los misterios de la vida.


Como siempre, la astrología puede ayudarnos a descubrir un poco ese misterio y a comprender cómo funciona en nosotros el sentimiento amoroso.


Es el planeta Venus, del análisis de su posición en los signos y en las casas, y de los aspectos que forma con los otros planetas en nuestra carta natal que entendemos “cómo” y a “quién” amamos”. La disponibilidad de nuestro corazón a abrirse al corazón, se interpreta siguiendo los tránsitos de los planetas lentos: de Júpiter a Plutón sobre Venus.


Cada planeta lento influye a su manera las relaciones amorosas cuando transita en aspecto a nuestra Venus, sea que se trate de una historia reciente o de mucho tiempo.


Descubramos juntos las “estaciones del corazón” siguiendo los tránsitos de los planetas lentos sobre Venus.




El amor que transforma


Partimos de Plutón, ya que es el que afecta más profundamente nuestro destino, en dónde los tránsitos se sienten por más tiempo y muchas veces transforman nuestra vida de arriba abajo. Cuando la energía de este astro entra en contacto con la Venus de nuestra carta natal, se despiertan tempestades emocionales, volcanes que transforman para bien y para mal las relaciones amorosas de las personas. Plutón cuando transita por Venus en aspecto armonioso nos pide ir hasta el fondo con los sentimientos, quiere un amor apasionado y visceral.


Este tránsito produce además sex appeal, nos hace encontrar personas que tienen algo de misterioso, ciertamente no comunes y hace nacer amores importantes, uniones fuertes que cambian el curso de nuestra vida. Se puede también tratar de uniones secretas o fuera de los esquemas.

El amor de Plutón no se conforma de sueños o palabras huecas, no es platónico y pide ser consumido, vivido con la totalidad del cuerpo, hasta el final.


Quien esté bajo la influencia de este tránsito pretende de su pareja atención, complicidad y mucha unión erótica para poder llegar al alma de la otra persona. Si estas expectativas no son atendidas, anda en búsqueda de alguien más.


El tránsito de Plutón por Capricornio está afectando favorablemente a los nacidos con Venus en ese signo, además de los que tienen al planeta del amor en los últimos grados de Tauro, Virgo, Escorpio y Piscis.


Por otro lado, el tránsito por aspecto disarmónico está turbando la paz amorosa a los que tienen Venus en los últimos grados de Aries, Cáncer y Libra. Plutón en este caso saca a la luz eventos removidos de la pareja que pueden llevar una crisis afectiva y sufrir rupturas en las relaciones. Pueden surgir también problemas en el plano erótico y estar atraídos por personas ambiguas y/o tener relaciones poco claras. Este tránsito lo está sintiendo con más fuerza quien está viviendo relaciones sentimentales complicadas, ya que saca a la luz todo aquello que necesita transformarse.




El amor inspirado


Así como Plutón es apasionado, Neptuno es soñador y espiritual. Los amores que nacen bajo la influencia de un tránsito favorable de Neptuno a Venus tienen siempre algo romántico. Es un tránsito que enciende la fantasía amorosa, empuja a aventurarse más allá de lo tangible. Alarga los límites del sentimiento, enamorándote por ejemplo de varias personas a la vez, de manera más platónica que física o abriendo el corazón a unas dimensiones espirituales y místicas.


Neptuno sobre Venus nos hace decir “amo al mundo entero”. Nos hace escribir poesías inspiradas, nos hace viajar lejos tras las huellas de un maestro espiritual para seguir, nos hace encontrar personas con las cuales se comparten los mismos ideales.


El amor de Neptuno no se conforma de pequeñas cosas, de días siempre iguales, de gestos repetidos o de relaciones sexuales consumidas rápidamente; sino que anhela algo más elevado que lleve a la mente y al cuerpo a otras dimensiones, que abrace una visión universal, fuera del cuerpo, de la vida y de los sentimientos.


Los amores que nacen bajo esta influencia son grandes aventuras de novela: la pareja se idealiza, se ve diferente, mejor de lo que es realmente y muchas veces es sólo una imagen proyectada de nuestros deseos.


Neptuno está influenciando positivamente a todos aquellos que tienen a Venus en los últimos grados de Tauro, Cáncer, Escorpio, Capricornio y Piscis.

La oposición y la cuadratura de Neptuno producen momentos de estallidos amorosos en la vida sentimental. La típica frase: “Estoy confundido”, es muy común con este tránsito. El corazón está metido como en una niebla donde no ve salida y sufre sin ningún motivo. Inmovilizados interiormente, el riesgo es de dejarse ir a situaciones amorosas sufridas o de ver esfumarse una relación sin saber cómo y por qué.


Puede ocurrir también que la pareja inexplicablemente desaparezca, también traiciones y amores imposibles.


El amor es idealizado, de tal manera que cuando termina el tránsito, cuando este se presenta diferente a lo que parecía, la unión se rompe. Esto le puede estar ocurriendo a aquellas personas que tienen a Venus en los últimos grados de Virgo, Géminis y Sagitario.




El amor que sorprende


Urano es el planeta de los cambios inesperados, no se pierde nunca ni en los sueños, ni en fantasías y no necesita profundidad, sino movimiento y rapidez. Es por ello que los tránsitos sobre Venus en aspectos armónicos provocan los clásicos amores a primera vista, llevan a encuentros inesperados que cambian la vida de un día para otro y empujan a romper con lo convencional.


Es fácil bajo estas influencias romper drástica e irreversiblemente relaciones cansadas, viejas y comenzar relaciones nuevas velozmente y sin pensar mucho en ellas. Urano vive el presente y no deja escapar ninguna ocasión. Urano es el planeta del aquí y del ahora, quiere concluir, rápido y sin muchos rodeos.


El ritmo de Urano es dinámico, veloz, no admite pausas. Si no logra una conquista no se desespera, porque mañana es otro día y llegará otra ocasión. Urano armónico hace encontrar a la persona justa, en el momento justo.


Son los nacidos con Venus en Tauro, Virgo, Capricornio, Piscis y Cáncer los llamados a sentir estas influencias durante los próximos años.


Los tránsitos duros (disarmónicos) de Urano llevan a rupturas, inestabilidad afectiva general, encuentros con personas equivocadas en el momento menos preciso, situaciones matrimoniales inaguantables, cerrar relaciones que ya terminaron. Es un periodo durante el cual el soltero no tendrá muchas chances de encuentros, mientras que el que tiene pareja puede tener rupturas y traiciones.


En el ojo del huracán quienes tienen a Venus en Leo, Acuario y Escorpio.




El tiempo de trabajo


Los amores vividos bajo la influencia de los tránsitos de Saturno son siempre serios, pausados y racionales.


Con Saturno en conjunción a Venus, por ejemplo, quien se casa encuentra una pareja madura que le ofrece seguridad.


Las relaciones nacidas con esta configuración no son nada apasionadas. Hay siempre algo de riguroso, construir un paso a la vez, con constancia y perseverancia. Saturno pide y quiere responsabilidad. En trígono o sextil a Venus y también a veces en conjunción a Saturno lleva seguridad, formar raíces, evita las aventuras sin futuro.


Este tránsito nos da la capacidad de ver a nuestra pareja de un modo objetivo para después aceptarlo por lo que es, sin tantas ilusiones.


Saturno sabe construir en tiempos largos y las relaciones nacidas bajo su influencia son las más duraderas aun cuando la pasión es baja.


Saturno da la capacidad de estar con los pies pegados a la tierra, ver las cosas sin ilusiones y tomar previsiones para el futuro.


Desde Marzo del 2020 Saturno está transitando por el signo de Acuario, favoreciendo a quien tiene a Venus en Géminis, Libra, Aries y Sagitario.


Quien tiene a Venus en Tauro, Escorpio y Leo podrá sentir mientras dure el tránsito por Acuario, aspectos que producen insatisfacciones, dificultad de dialogar, sentimientos de soledad.


Los tránsitos duros de Saturno dan mal humor, pocas ganas de estar con la gente. En otros casos se trata de momentos de crisis de relaciones que se superan siempre y cuando la relación tenga bases sólidas.


Si la relación tambaleaba desde hace tiempo, la llegada de una oposición de Saturno hace llevar a flote problemas latentes y pone la oportunidad de hacer cortes definitivos quizás sufridos en un principio, pero que en un futuro son importantes.


Este tránsito influirá positivamente a quien tiene Venus en Géminis y Libra, quienes encontrarán la estabilidad perdida recientemente. Los que tienen a Venus en Acuario serán menos románticos y más responsables.


También quien tiene a Venus en Aries y Sagitario encontrarán la manera de mejorar sus relaciones.




El amor feliz


Finalmente hablaremos de Júpiter, planeta que da alegría, despreocupación y buena suerte. Sus tránsitos positivos sobre Venus llevan a momentos de felicidad amorosa, encuentros inesperados, aventuras agradables, pero son breves, duran pocos meses, a veces semanas, que si no están seguidos con otros tránsitos más sustanciosos dejan un vacío en las manos.


Es verdad que el recuerdo de una bella noche o de un encuentro casual apasionado es agradable, pero no necesitamos basarnos sólo sobre Júpiter para hacer previsiones sobre tiempos largos o amores duraderos.


Un trígono de Júpiter sobre Venus puede ayudar a superar un momento difícil o desgastado, dar confianza a una relación apagada o después de una relación aburrida nos ayuda a tener una aventura.


Con Júpiter en Piscis a partir de finales de Diciembre del 2021, tendrán una influencia afortunada los nacidos con Venus en Piscis, Cáncer, Escorpio, Capricornio y Tauro.


Así como los tránsitos positivos de Júpiter no son tan duros para producir efectos duraderos, también aquellos negativos no producen desastres, sino períodos de mal humor, baja energía amorosa, poca carga erótica, dificultad de comunicación con la pareja y para los solteros encuentros poco importantes u obstáculos para el nacimiento de una relación (Aquellos con Venus en Sagitario, Géminis o Virgo)




@Enriquetabruni

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